Domiciliación de Empresas y Oficinas Virtuales en Barcelona y Mataró

Domicilio social

La Ley de Sociedades de Capital establece que el domicilio social de una empresa o sociedad deberá ser donde radique su principal establecimiento o desarrolle su actividad principal.
Debe constar en los estatutos sociales y aparecerá públicamente en el Registro Mercantil, de manera que cualquier persona podrá localizar la empresa.

Para cambiarlo, es necesaria una modificación estatutaria, una escritura pública y su posterior inscripción.

Uno de los primeros pasos cuando se desea constituir una sociedad, aparte de escoger el nombre, será establecer el domicilio, que deberá facilitarse al notario de elección y, como hemos indicado, será público, por lo que es primordial una buena elección.

• Si dispones de un local u oficina donde desarrollarás tu actividad, esta dirección será perfecta.
• Si tu actividad no necesita de un espacio tangible, deberás escoger una dirección profesional para plasmar en la escritura según las necesidades de tu empresa.

Aquí es donde entran en juego los centros de negocios y coworking como ÀTIC GROUP, que te permiten escoger la dirección perfecta en el centro de Barcelona o en Mataró, Maresme, permitiéndote acceder a servicios adicionales como:

• Recepción de correspondencia en horario de oficina, evitando desplazamientos a Correos.

• Salas de reuniones.

• Atención personalizada de llamadas para que te centres en tu negocio.

En definitiva, la elección del lugar ideal para domiciliar una empresa en Barcelona o Mataró-Maresme variará según las prioridades operativas y objetivos de cada negocio.

Domicilio fiscal

La Ley General Tributaria establece que el domicilio fiscal es la dirección oficial que una empresa declara ante la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Es el lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la administración, donde Hacienda envía notificaciones.

No aparece en los estatutos y no será público.

En el caso de personas físicas, será el lugar donde tengan su residencia habitual, aunque puede coincidir con su lugar de gestión económica.

Ambos domicilios suelen coincidir, pero no es obligatorio.
Un cambio de domicilio social no implica necesariamente un cambio de domicilio fiscal.

Tal vez pienses indicar tu domicilio particular para reducir costes, pero esta decisión puede ser un gran error. A continuación, te explicamos por qué en el siguiente FAQ:

Establecer tu domicilio social y fiscal en tu vivienda personal puede no ser la mejor decisión, especialmente si gestionas un negocio. Existen diversas razones por las cuales es aconsejable desvincular tu domicilio particular con tu negocio.

En primer lugar, se compromete tu privacidad y seguridad, ya que al registrar tu hogar como dirección social, esta información se vuelve accesible públicamente. Esto podría exponerte a riesgos innecesarios tanto a nivel personal como familiar e interferir con tu vida privada.

Indicar tu domicilio particular facilita considerablemente que la Agencia Tributaria te localice más fácilmente, ya que coincide con tu lugar habitual de residencia. Esto puede convertirse en una desventaja en situaciones delicadas, como un cese de actividad o cualquier otro proceso administrativo en el que prefieras tener mayor control sobre las notificaciones.

En cambio, al utilizar un domicilio profesional, como podría ser un centro de negocios y coworking para tu domicilio fiscal, cualquier comunicación oficial será recibida por personal autorizado y cualificado, quien dejará constancia del aviso. Esto te permitiría gestionar con mayor flexibilidad y discreción cómo y cuándo responder, evitando notificaciones inesperadas en tu entorno personal.

Desde el punto de vista empresarial, fijar la dirección social en casa puede obstaculizar el crecimiento futuro. A medida que el negocio se expande, podrías necesitar un espacio más adecuado para operar, y mantener la dirección en tu vivienda podría limitar esa evolución, por lo que deberás realizar un cambio de domicilio ante notario, lo cual te ocasionará unos costes extras. 

La imagen profesional es otro aspecto relevante. Utilizar una dirección residencial puede dar una impresión de informalidad o poca solidez, mientras que contar con una ubicación comercial separada, en una ubicación de prestigio como el centro de Barcelona o Mataró en el Maresme, transmite mayor seriedad y confianza ante clientes, proveedores y socios.

Por último, cambiar de residencia implicaría también modificar el domicilio social, lo cual puede ser un trámite engorroso que afecte la continuidad operativa del negocio.

El domicilio fiscal es la dirección que una empresa declara ante la Agencia Tributaria para recibir notificaciones oficiales. No aparece en los estatutos ni es público, y es el lugar donde Hacienda realiza comunicaciones administrativas.

Sí, el domicilio social y el domicilio fiscal pueden no coincidir. Mientras el domicilio social está relacionado con la actividad principal de la empresa y es público, el domicilio fiscal es la dirección para efectos tributarios y puede estar en otro lugar.

Domiciliar una empresa en un centro de negocios o coworking ofrece una dirección profesional y prestigiosa, servicios como recepción de correspondencia y llamadas, mayor privacidad y flexibilidad para gestionar comunicaciones oficiales y ahorro en costes.

Sí. Puedes utilizar la dirección de cualquiera de nuestros centros como domicilio fiscal y social, siempre que su servicio esté autorizado para ello. Esto te permite recibir notificaciones oficiales de Hacienda, Seguridad Social y otras entidades administrativas con total seguridad y profesionalidad.